Lo
mejor del fútbol es que enseguida da revancha. Y el sábado se notó que Belheza quería
desquitarse rápido de la bronca de haber quedado afuera en el Clausura tan
tempranamente. Se vió un equipo fortalecido desde lo anímico y que “pareció”
no sentir tanto el impacto de la derrota contra Biopsia porque goleó por 4 a 1
a Molinete, en un partido que podría haber terminado con una diferencia aun
mayor, si no fuese por la cantidad de situaciones que desaprovecho.
Y
eso que el equipo presentó bajas sensibles como las de Pablo y Meme pero que
fueron muy bien reemplazadas por Lucho y Juanjo. Tincho volvía después de un
mes y no se le noto el parate. Dani y Ricky por derecha fueron los puntos más
altos y entre Diego y Jairo se las arreglaron para convertir y generar los
espacios para la subida de volantes y defensores. En el arco Pablito, se
encargó de transmitir seguridad al equipo en las pocas situaciones que le toco
intervenir.
De
principio a fin del partido, Belheza fue dominador del juego y de las chances
de gol. Esa primera etapa terminó en un 2 a 1 mentiroso porque Molinete había llegado
dos veces al arco y había convertido el empate transitorio y Belheza había llegado
en inumerables ocasiones al arco rival con claridad para convertir. Había
abierto el marcador Tincho entrando al área por izquierda después de apilada de
Ricky por la punta derecha. A esa altura, el arquero de Molinete ya había impedido
en dos ocasiones el primer gol del partido. Belheza tenía muchas libertades en
el medio campo para manejar la pelota y eso simplificó el juego del equipo.
Molinete nunca encontró la vuelta para ajustar las marcas ante un equipo que
presentó muchas variantes para crear juego. Se ilusiono con un empate con
golazo desde afuera del área imposible de sacar y se aferró a esa igualdad.
Pero la alegría duró poco porque enseguida Jairo puso justicia convirtiendo el
2 a 1 transitorio. En la segunda parte el dominio no cesó, pero Belheza pareció
no tan apurado, bajo la intensidad y manejo mejor los tiempos. Diego Guarrera, había
reemplazado a Tincho en la mitad de la cancha. Ricky, cerca de los 10 minutos, había
hecho un golazo que dio mayor tranquilidad a los amarillos, con un tiro a
colocar a media altura. Molinete pudo descontar tras un desvió luego de una
pelota parada pero seguía sin encontrar la vuelta al partido. Porque tampoco defendía
bien y siguió sin ajustar las marcas en la mitad de la cancha. Llego el cuarto
gol, pero pudieron ser cinco o 6. Entre la mala puntería y las virtudes del
arquero de Molinete habría que buscar las razones.
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