la crónica

 

 

 

Después de haberse escapado ese triunfo casi seguro en la ultima jugada del partido en el partido contra La Vecchia Signora, llegaba el turno de Los pibes de Ricardo, un rival que siempre se las ingenio para plantearle partidos difíciles y cerrados al conjunto Belhezano que salia a jugar el partido con la obligacion de ganar para mantener firmes las chances de clasificacion. Y el partido que se jugo el sabado bien temprano en la renovada cancha de Ocampo confirmo lo que esos antecedentes predecian.

Belheza salio a la cancha con Mariano que volvia al arco, con Ricky y la esperada vuelta de Pablo de gran partido y Meme en el fondo. En el medio Dani por derecha, Santi en el medio y Dieguito Rebelen anduvo otra vez en el costado izquierdo. Hicieron dupla de ataque la historica delantera Diego y Juanji. Fue de esos partidos en donde practicamente no hubo diferencias en el desarrollo del juego entre el primer y segundo tiempo. Porque el tramite del partido fue monotono desde el principio hasta el final, ahí en el epilogo donde Belheza consiguio el desahago con los goles que merecia. Con la obligacion de obtener los tres puntos, Belheza jugo siempre en campo contrario, ataco permanentemente buscando todas las variantes y tuvo algo valioso que fue la paciencia, virtud que de no haber estado presente podria haber sido el principal enemigo del equipo amarillo. Ataco siempre, pero sin desordenarse y manteniendo sus líneas bien paradas, sabiendo que en esta clase de partidos, un pequeña desatención podían costarle los tres puntos que tan valiosos resultan en este momento del Torneo.

Fueron innumerables las chances de gol que tuvo Belheza a lo largo de todo el partido. El equipo atacaba por los dos costados, con Diego y Meme que se entendieron bárbaro por izquierda y por derecha con el clásico tándem Ricky-Dani. Como por abajo no se podía, también se intentó desde afuera del área con remates de media distancia. Quizás la más clara en el primer tiempo fue aquella jugada que a metros de la línea del arco Dani no pudo conectar de lleno y así la pelota fue mordida hasta chocar con el palo. En el segundo tiempo, el arquero de Los Pibes de Ricardo acrecentó su figura, sacando dos remates claros de largo distancia, el más difícil abajo contra el palo de derecho a Ezi, que había entrado por Juanji. Pero cuando parecía que increíblemente el partido se iría sin goles, llegó el penal favorable a Belheza que le hicieron a Diego y que el mismo cambio por gol. Allí se desató la ira de los Pibes de Ricardo reclamando la inexistencia de la falta adentro del área. El agarrón fue claro y el fallo del juez, esta vez, fue acertado. Ese mismo descontrol, los llevo a perder todo el orden y la fortaleza defensiva que habían construido, dejando en la última jugada del partido mano a mano al otro Diego con el último hombre, que corrío y definió de derecha ante la salida del arquero.

Fue un triunfo inobjetable, aunque Belheza sufrió más de la cuenta y estuvo a poco de llevarse solamente un punto que lo complicaría en esta fase del torneo. Por todo lo que hizo para ganar, por la paciencia y la perseverancia en búsqueda del resultado, el triunfo fue el mejor premio que pudo llevarse el amarillo.